jueves, 30 de julio de 2015

FEMEN,FEMINISMO Y DERECHOS HUMANOS DESDE LA TECLA DE HOUDA LOUASSINI

Artículo de Houda Louassini, hispanista, traductora y periodista marroquí, y desde hoy colaboradora de Orbita Diversa.
El movimiento FEMEN desarrolla una acción respetable y tiene sus propias reivindicaciones. Se trata de una acción que ha nacido en Ucrania con sus especificidades como respuesta a una opresión política y una situación vejatoria hacia la mujer, sobre todo por el silencio que rodea su utilización como mercancía sexual por parte del crimen organizado. Sin embargo, en mi opinión, la estética escogida por FEMEN, maquilladas con sus melenas sueltas, diademas de flores y senos turgentes, corresponde más bien a las fantasías masculinas del imaginario patriarcal, es la misma imagen de objeto sexual que se impone a la mujer en Occidente. Por ello, FEMEN en los países musulmanes sólo puede tener un efecto contraproducente, porque si ni siquiera escuchan a las mujeres cuando van  vestidas, ¿cómo las van a escuchar cuando van con las tetas al aire? En unas sociedades reprimidas como las musulmanas, el hombre sería incapaz de concentrarse sobre lo que dicen las FEMEN aunque pusiera todo su empeño y buena fe en ello; no hay que exigirle lo imposible, es una acción baldía.
Mercado- Barbie musulmana
“Mochilas marrakechís”, por Ofeliaeol, Marruecos 2014
He leído algunos comentarios de los jóvenes árabes en las redes sociales sobre el fenómeno FEMEN en Túnez y Marruecos, a parte de alguna que otra excepción, la mayoría eran insultos y opiniones desfavorables, los menos agresivos, las tomaban a broma mofándose de ellas y un graciosillo hasta ponía “¿Pero dónde están los senos?” refiriéndose a la delgadez de una activista FEMEN francesa. El conjunto de las reflexiones hacía referencia a los cuerpos de esas damas, “que la que es gorda, la que es fea y que estaría mejor con una burka…, etc.” Si los hombres musulmanes ya de por sí están obsesionados con el cuerpo de la mujer, no necesitan más alicientes. Mientras que las mujeres alegaban en sus comentarios la lejanía de tal acción a la lucha de la mujer árabe y de su nocividad en vez de utilidad. Hay acciones que no son transportables a otras sociedades, porque hay que tener en cuenta los particularismos cuando se quiere llevar una lucha eficaz, la propia tunecina Amina, terminó por entenderlo así y abandonó el movimiento. Hay que reconocer que hay movimientos que no son transportables a la sociedad musulmana, como el caso de FEMEN, debido a la lejanía de su acción con respeto a la lucha de la mujer árabe.
Amina Tyler - Tunez
Amina Tyler (7 de diciembre de 1994, Túnez), estudiante y activista por los derechos de la mujer. En 2013 protagonizó varias acciones FEMEN, siendo la primera mujer tunecina en hacerlo. En la imagen en árabe: “Mi cuerpo es mío.”
Femen roba nuestra voz, dicen musulmanas británicas.
“¡Femen roba nuestra voz!”, varias mujeres musulmanas británicas, 2013.
El Islam, tal como se aplica hoy en día en la mayoría de los países musulmanes, no es compatible con los derechos de la mujer. Los movimientos en defensa de la mujer del mundo musulmán, que parten del Islam, no se pueden inscribir en la línea del pensamiento feminista occidental. Son movimientos propios de sus sociedades y sus reivindicaciones se asientan en un registro específico a la condición de la mujer musulmana. Son imprescindibles para sacarla de su confinamiento y estado de represión debido a una interpretación abusiva y profundamente misógina del Islam. Porque, en mi opinión, Islam y feminismo no son una ecuación imposible. Algunos  movimientos posfeministas musulmanes están haciendo una profunda labor de investigación en este sentido, demostrando que el Islam es inocente de muchas lacras que se le atribuyen.
Hassa Hajajj
Fotografía de la serie “Kesh Angels” de la veterana artista Hassan Hajjaj, nacida en Marruecos en 1961 y nacionalizada británica.
A golpe de talonario, los países del Golfo nos quieren convener de que a la hora de hablar de los derechos humanos se tienen que respetar las diferencias culturales propias a las sociedades musulmanas. De ese modo, Arabia Saudí terminó por persuadir al Comité Olímpico de permitir a las atletas participar con el velo. Su vecina Qatar se vende como un país moderno, que ha entrado de pleno pie en el siglo XXI, gracias a la acción de la madre del Emir actual, la Jequesa  Mozah bint Nasser, que, a pesar de su estatus de segunda esposa, nos transmitió la imagen de una mujer moderna. El nuevo jefe del Estado qatarí, el hijo de Mozah, el Emir Tamim Al Thani, debería representar nuevos aires de renovación, pero no es el caso. Tiene dos esposas y la gran noticia en los periódicos occidentales, cuando accedió al poder, fue cuál de las dos iba a sustituir a la Jequesa Mozah en su elogiado estilo y elegancia.
LA FAMILIA REAL RECIBE AL EMIR DE QATAR EN LA ZARZUELA
La Jequesa Mozah Bint Nasser, saluda a la entonces Princesa Letizia Ortíz, durante la visita a España del emir de Qatar Hamad Bin Jalifa Al-Thani en 2011.
Qatar, que nos da lecciones a todos los países árabes con su cadena al Yazira sobre libertades, derechos humanos y democracia, es uno de los países más conservadores del mundo árabe, pero consagra una fundación y millones de petrodólares a cuidar su imagen para convencernos de su modernidad. Nadamos en pleno marasmo del absurdo. Pero, claro, ya lo dijo Quevedo: Poderoso Caballero es Don dinero. ¡El que tiene plata, su palabra suena como un chorro de oro!
No nos equivoquemos: se trata de matices culturales propios a la sociedad musulmana. Un hombre puede tener hasta cuatro esposas y el Emir actual sólo tiene dos, por lo tanto lleva medio camino hecho; el pobre se ha sacrificado y se ha privado de su cuota. Recemos a Allah todopoderoso, para que dentro de un siglo, los príncipes de Qatar se conformen con una.
Ahora bien, los derechos humanos son universales, los particularismos culturales no siempre son aplicables. No se trata de que algunos coman serpientes y otros saltamontes, dejémonos de hipocresías y de doble rasero: tolerancia cero con cualquier vejación a la dignidad de un ser humano.
Las occidentales que piensan que la lucha feminista ha caducado se equivocan: es más necesaria que nunca. He oído a mujeres con notoriedad defenderse de ser feministas en diversos medios de comunicación; probablemente ni siquiera conocen la definición de tal término, porque no dirían tal insensatez: El DiccionarioIlustrado de la Lengua define el feminismo así:  “Doctrina social que concede a la mujer igual capacidad y los mismos derechos que a los hombres.”
feminicidiosHabría que decir a las ilusas que se creen a salvo porque no han nacido en Afganistán que lo adquirido no es irreversible. Además, la evolución del mundo actual es inquietante, no hay más que echar un vistazo para ilustrar la proliferación de los fanatismos religiosos en todo el mundo y la vuelta del pensamiento fascista; China, el gigante económico, con su “diferencia cultural” a la hora de preferir a los niños y llenar  los orfanatos con las niñas indeseadas; India, que ha vivido últimamente casos espeluznantes de violaciones y asesinatos de mujeres y es el país donde más se practica el aborto selectivo eliminando a los embriones del sexo femenino y dejando sólo a los del sexo masculino en el útero de las mujeres; Nigeria y el caso tremendo del secuestro de las niñas por el grupo terrorista Boko Haram; los países del Este y sus mafias que comercializan con el cuerpo de la mujer: es decir la trata de blancas; Latinoamérica con sus sociedades machistas y los feminicidios  impunes.
El feminismo tiene una gran labor por delante. Es una lucha que se llevará junto a los hombres y no en contra de ellos. Además, los hombres no son los únicos responsables, las mujeres participan activamente y pasivamente en mantener la cultura patriarcal, como bien dijo la abogada y feminista iraní Shirín Ebadí: son victimas y culpables.
Shirín Ebadí
Shirin Ebadi (Irán, 21 de junio de 1947), abogada que milita por los DDHH y la democracia, primera iraní y primera mujer musulmana en recibir el Premio Nobel de la Paz, en 2003.
En definitiva, defiendo los derechos humanos, luego soy feminista. 

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